Tierra de los Yachaqs, turismo rural que cambia vidas

La tierra de los Yachaqs apuesta por el turismo vivencial y ha permitido que más mujeres adquieran independencia ecónomica.

Desde hace seis años, nueve comunidades se unen para dar vida a un tejido turístico que busca crear la herencia de la cultura incaica. Bajo el nombre de Tierra de los Yachaqs, comunidades como Amaru, ubicada al este del distrito de Pisaq (Cusco), apuestan por el turismo comunitario.

“Cada comunidad está especializada en una actividad, ya sea textil, artesanía, gastronómico o agrícola. Por ejemplo Amaru trabaja el tema de la textileria y expone finos trabajos pintados con tintes naturales”, explica Pilar Montesinos, presidenta de la organización.

Bajo la mirada de Montesinos, esta actividad ha impactado positivamente en la vida de la comunidad, y de forma especial en las mujeres, quienes representan el 80% de su fuerza laboral. “Ha mejorado la igualdad entre varón y mujer, hay bastante apoyo. Si la mujer no tiene tiempo el esposo la reemplaza, ya sea en un restaurante, haciendo guiado o yendo a la escuela”, comenta.

Sobre los ingresos que percibe cada familia, dice que en temporada alta bordea los S/500 por mes. De esta forma, el turismo comunitario ha elevado en 15% los ingresos de las comunidades.

“En turismo rural comunitario el ingreso anual total de la asociación es de US$53.700, y por socio se estima que el ingreso anual es de S/2.585”, agrega Montesinos.

El precio de los servicios que ofrecen las comunidades, que están ubicadas a lo largo del Valle Sagrado de los Incas, oscila entre US$13 y más de US$50, el monto varía de acuerdo al número de turistas, el número de días y los servicios que se pretende contratar.

“Si se trata de un paquete de 2 personas pueden pagar cerca de US$45 por un servicio de full day de cinco horas, esta incluido el almuerzo”, comenta, tras indicar que no se encuentra incluido el servicio de guía y de transporte.

Mientras prosigue la plática Montesinos recuerda que cuando empezaron no contaban con ningún pasajero, “el camino fue dificil”, admite, pero las capacitaciones en las que han invertido, junto al esfuerzo de cada comunidad, han permitido que el año pasado reciban a más de 2 mil visitantes.

“Nosotros cuando diseñamos empezamos con cero pasajeros y ahora estamos creciendo. Eso motiva”, dice.

Datos


Recientemente han lanzado una nueva marca, Munakuy, orientado a brindar servicios para eventos y convenciones, que incluye coffee break, souvenirs, artes escénicas (narración de cuentos, musica de bienvenida), entre otros.