El cerro multicolor ha aumentado su popularidad en los últimos años hasta atraer a un tercio de los visitantes que llegan diariamente a las ruinas de la ciudadela inca de Machu Picchu, también en Cusco, la principal atracción turística de Perú con 4,000 visitantes al día.
Para llegar a Vinicunca, ubicada a 5,200 metros de altitud sobre el nivel del mar, hay que realizar una exigente caminata de unas cuatro horas sobre la cordillera de los Andes desde poblado de Chillca, a unas tres horas en vehículo de la ciudad de Cusco, antigua capital del imperio incaico.
El director de la Dircetur, Guido Quiñónez, aseguro que este año se espera que Vinicunca alcance picos superiores a los 1,500 visitantes por día en la temporada alta, que comienza estas semanas con la culminación de la época de lluvias.
Entre octubre y marzo, la influencia de visitantes a Vinicunca se reduce ya que su acceso resulta más dificultoso por la mayor frecuencia de lluvias y nevadas, que en ocasiones llegan a cubrir por completo los variados colores de la montaña.
Quiñónez indicó que próximamente se reunirá con las alcaldes de los municipios de Canchis, Pitumarca, Quispicanchi y Cusipata para garantizar el turismo sostenible y ordenar los improvisados servicios turísticos que sus habitantes brindan a los visitantes, como estacionamientos y servicios higiénicos.
Recientemente el Gobierno anuló una concesión minera que había otorgado previamente a una minera canadiense sobre la misma montaña Vinicunca, lo que provocó la indignación de la opinión pública al conocer el hecho.
La montña, que forma parte de la cordillera de Vilcanota entre las provincias cusqueñas de Canchis y Quispicanchi, debe el contraste de sus llamativos colores en granjas turquesas, doradas y fucsias, entre otros, por la oxidación de la alta concentración de metales que contiene.